La Fiscalía General de la Nación, a través de la Unidad Especial de Investigación (UEI) y las direcciones seccionales, logró dos importantes resultados en el esclarecimiento de los crímenes de defensores de derechos humanos.
En Norte de Santander, fue judicializado Jhon Freddy Espinosa Álvarez, alias el Burro, presunto autor del homicidio del líder Jorge Luis Solano Vega, ocurrido el 3 de noviembre último en Ocaña.
La Fiscalía imputó a esta persona los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas de fuego agravado. El procesado no aceptó los cargos y, por disposición de un juez de control de garantías de Cúcuta (Norte de Santander), deberá cumplir medida de aseguramiento en la Cárcel Nacional Modelo de Bogotá.
Este resultado obedece al Direccionamiento Estratégico del Fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa Delgado, en el cual se estableció como prioridad el esclarecimiento de hechos delictivos contra defensores de derechos humanos.
Desde el día en el que ocurrió el crimen, cometido en la vivienda de la víctima, ubicada en el barrio Miraflores de Ocaña, se coordinaron diversas labores investigativas como trabajo de campo, entrevistas a testigos y análisis de videos de cámaras de seguridad, entre otras.
Los elementos de prueba dan cuenta de que Espinosa Álvarez habría disparado contra el defensor de derechos humanos, presidente de la Organización de Víctimas de Desaparición Forzada Asvida y delegado de la Mesa de Víctimas de Ocaña, quien era reconocido en el municipio por sus constantes denuncias contra funcionarios de la administración municipal que estarían involucrados en supuestas irregularidades de contratación en el hospital y otras entidades locales.
Según lo expuesto por la Fiscalía en la audiencia de imputación, 4 días antes del homicidio, es decir el 30 de octubre último, el presunto agresor habría sido visto en el sector donde residía Solano Vega. Al parecer, le hacía seguimiento con el pretexto de buscar una casa en arriendo.
De esta manera, el hoy procesado identificó el momento en el que el líder comunitario estaba sin esquema de seguridad. El día del crimen, a la una de la tarde, llegó a la casa de la víctima, toco la puerta y, cuando la vio, supuestamente le disparó.
En el curso de las labores investigativas se recibió información sobre las descripciones físicas y la ropa que vestía alias el Burro, entre otros elementos. Adicionalmente, se constató que estaba incumpliendo una detención domiciliaria que debía hacer efectiva en Medellín por diferentes conductas punibles.
Durante diligencias de allanamiento y registro realizadas en el inmueble en el que fue capturado el señalado homicida, en Ocaña (Norte de Santander), investigadores del CTI de la Fiscalía y personal del Cuerpo Élite de la Policía Nacional incautaron prendas que son objeto de análisis.