Como nunca antes Arauca es azotado por una oleada delincuencial de la magnitud como la que se está viviendo en estos momentos en la ciudad. Robos a establecimientos comerciales y viviendas, atraco a mano armada en cualquier calle de la ciudad y como si fuera poco el hurto de ganado para el carneo que también golpea a los finqueros, es el común en esta época en el municipio.
A diario se conocen historias en las que hombres en motocicleta y portando armas de fuego, asaltan y despojan de sus pertenencias a transeúntes y sobre todo a mujeres que se desplazan también en este tipo de vehículos.
Se roban los celulares, dinero en efectivo y buscan llevarse cualquier objeto de valor, ya no hay una zona en la ciudad en la que no se presenten este tipo de actos delincuenciales. Tampoco hay hora para ello, las quejas de los habitantes se reportan a cualquier hora del día.
Como no extrañar cuando en Arauca se dejaban puertas y ventanas abiertas, hoy debemos estar protegidos detrás de muros, rejas y cualquier medio que impida o por lo menos dificulte el accionar de los malandros que, con cuchillo o pistola en mano, atemorizan a toda una sociedad que hoy reclama mayor acción de las autoridades para frenar esta situación que preocupa a la ciudad.
Hay que dejar claro que los responsables de estos hechos no son exclusivamente malhechores provenientes de Venezuela. No, también hay muchos delincuentes locales, que incluso forman parte de bandas y pandillas, que hacen parte del “negocio” del microtráfico. Ya es común ver expendios de drogas en lugares céntricos de la ciudad, que son frecuentados por todo tipo de personas y es allí donde se inicia el circulo de la descomposición que vive la ciudad, y por donde se debe iniciar la batalla por la seguridad de Arauca.
El gobierno local y regional deberían fijar políticas y acciones contundentes para retomar la tranquilidad de los ciudadanos. Demorados están los gobiernos y las autoridades de policía en adelantar un plan de recompensas y dar con la ubicación de estos lugares y personas que quieren arrebatarnos la tranquilidad.
Arauca debe declarar como prioridad la política de seguridad ciudadana y hacer las inversiones necesarias para lograrlo. Así mismo, la sociedad entera reclama mayor compromiso de la Policía Nacional con el ánimo de capturar a estos delincuentes, que vengan de donde vengan hoy mismo deberían estar en la cárcel, porque para los habitantes de esta tierra no hay nada más importante que la seguridad ciudadana. En este pueblo no se perdía o se robaban nada, hoy se roban hasta un hueco.
Mientras la Policía de tránsito luce sus poderosas motocicletas en los retenes que a diario se hacen en la ciudad, los ladrones hacen de la suyas, cuando lo lógico fuera que estos vehículos y gran parte de estos hombres entrarán a fortalecer la vigilancia ciudadana. Hoy el comandante de la Policía de Arauca debería ordenar y “desburocratizar” la institución, sacar a todos sus hombres a las calles y a las comunas para luego si dedicarse a las labores de escritorio.
Primero lo primero, la seguridad de nuestra gente, ustedes tienen las armas y el deber constitucional de protegernos.
Noticia tomada de lavozdelcinaruco.com