Durante mucho tiempo no sabía la importancia de un ejemplar canino. No tenía ni la más mínima experiencia (…) Timón lleva dos años de trabajo conmigo sobreviviendo a un área preparada (con explosivos)”, este es uno de los apartes del cuaderno del soldado profesional Yasir Santamaría sobre las experiencias vividas con su fiel amigo y compañero de trabajo, muerto el pasado 5 de enero tras un combate en la vereda La Esperanza del municipio de San Calixto.
Timón era un perro de raza labrador, negro, experto en la detección de explosivos. En medio de un fuego cruzado, con presuntos integrantes del Eln, el animal recibió un tiro en su pata derecha, que terminó por costarle la vida, luego de sobrevivir a cientos de campos minados sembrados en la región del Catatumbo.
En el poco tiempo que le quedaba de descanso, este soldado del Batallón de Ingenieros número 30 de Tibú, agregado a la Fuerza de despliegue Rápido (Fudra), escribió en su cuaderno acerca del valor y la relación con su perro plasmando cada momento, fuera bueno o malo, en medio de la espesa selva y el inminente peligro.
“No es fácil entrar en terrenos desconocidos. Aprendí a dejar el miedo sobre los artefactos explosivos, porque así mi amigo (Timón) trabajará sin miedo. Los explosivos son comunes en esta zona del Catatumbo (…) Gracias a Dios, durante el tiempo que llevamos juntos, no nos ha pasado nada, ni al resto del personal (…)”, escribió el soldado en otros renglones, días antes de la muerte de Timón.
Durante mucho tiempo no sabía la importancia de un ejemplar canino. No tenía ni la más mínima experiencia (…) Timón lleva dos años de trabajo conmigo sobreviviendo a un área preparada (con explosivos)”, este es uno de los apartes del cuaderno del soldado profesional Yasir Santamaría sobre las experiencias vividas con su fiel amigo y compañero de trabajo, muerto el pasado 5 de enero tras un combate en la vereda La Esperanza del municipio de San Calixto.
Timón era un perro de raza labrador, negro, experto en la detección de explosivos. En medio de un fuego cruzado, con presuntos integrantes del Eln, el animal recibió un tiro en su pata derecha, que terminó por costarle la vida, luego de sobrevivir a cientos de campos minados sembrados en la región del Catatumbo.
En el poco tiempo que le quedaba de descanso, este soldado del Batallón de Ingenieros número 30 de Tibú, agregado a la Fuerza de despliegue Rápido (Fudra), escribió en su cuaderno acerca del valor y la relación con su perro plasmando cada momento, fuera bueno o malo, en medio de la espesa selva y el inminente peligro.
“No es fácil entrar en terrenos desconocidos. Aprendí a dejar el miedo sobre los artefactos explosivos, porque así mi amigo (Timón) trabajará sin miedo. Los explosivos son comunes en esta zona del Catatumbo (…) Gracias a Dios, durante el tiempo que llevamos juntos, no nos ha pasado nada, ni al resto del personal (…)”, escribió el soldado en otros renglones, días antes de la muerte de Timón.
Según el soldado, 70 horas después de ser herido, murió Timón. No fue evacuado.
Preparación
En noviembre de 2016, este canino, aun siendo un cachorro, fue traído en un vuelo desde Bogotá a Cúcuta y preparado durante meses para la detección de explosivos en el batallón de Tibú.
El perro fue asignado al soldado Santamaría, quien desde entonces se volvió el inseparable guía del tierno e inteligente Timón.
Después de tomar el curso, este labrador se convirtió en un soldado más, que iba al frente de las tropas rastreando minas antipersonas y otros tipos de artefactos explosivos, salvando la vida de soldados y civiles.
La muerte
En su cuaderno, el soldado Santamaría relata más de dos años de experiencias con Timón, que terminaron de manera desafortunada. En dicho enfrentamiento, que tardó una hora, no se reportaron militares heridos, entre un pelotón integrado por al menos 40 hombres, adscritos a la Brigada 30 del Ejército.
“Estábamos en pleno combate cuando escuché el chillido de Timón. El compañero que venía atrás me avisó que habían herido al perro. Finalizado el combate tocó armar una camilla improvisada para llevarlo a una zona segura, pero lastimosamente después falleció”, relató Santamaría.
Según el soldado, 70 horas después de ser herido, murió Timón. Aunque los militares le prestaron los primeros auxilios, el animal no fue evacuado del área porque, al parecer, el reporte se dio por un rasguño.
“Timón salvó muchas vidas, aproximadamente encontró diez áreas cargadas de artefactos explosivos en el tiempo que estuvo conmigo, él es un héroe”, agregó el soldado profesional, oriundo del municipio Los Córdobas, en Córdoba.
Draco
Igual suerte que Timón corrió Draco, otro labrador antiexplosivos que murió el pasado 20 de diciembre tras caer en una mina antipersona en el Catatumbo.
El perro caminaba junto a 36 soldados del Batallón de Despliegue Rápido N°8, cuando fue sorprendido por el artefacto explosivo que acabó con su vida, en la vereda Cuatro Esquinas de Teorama.
Según se conoció, el labrador de color canela percibió la carga explosiva, por ello se interpuso antes de que esta se activara y pudiera lastimar a los uniformados.
Altos mandos militares lo calificaron como un héroe y lamentaron el trágico desenlace de Draco, que murió de manera instantánea por el impacto de la carga que lo hizo volar en pedazos.
Este canino participó en varias operaciones del Catatumbo, Meta y Guaviare, salvando la vida de los militares con los que patrullaba la espesa selva colombiana.
fuente por laopinion.com.co.