Por Álvaro Pérez García
El abordaje periodístico del tema de las disidencias ha pisado cayos en algunos supuestos defensores de Derechos Humanos y hasta logró destapar verdades que el tiempo había echado al olvido, literalmente desapareciendo de la memoria colectiva.
Con el ataque en El Oasis, Arauquita a un grupo que socializaba proyectos productivos para reemplazar los cultivos ilícitos, el Grupo Élite de Investigación Periodística de Noticias 100.3 encontró las primeras luces para direccionar las indagaciones. Ese 14 de enero, luego de la emboscada en el sector de La Bodega a la delegación que había cumplido la tarea pedagógica en El Oasis y que se dirigía hacia Arauquita, comenzamos a buscar responsables y móviles del ataque perpetrado a la caravana, de la que hacían parte algunos desmovilizados ubicados en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación, antigua Zona Veredal de Normalización Transitoria de Filipinas.
Por versión de Alfonso López Méndez, el coordinador de la ETCR, supimos que la embocada la habían realizado las disidencias de las Farc y que un activista de derechos humanos había servido de campanero a los atacantes, durante la reunión de El Oasis y antes del atentado.
En la entrevista con el integrante de la Directiva Nacional del Frente Alternativo Revolucionario del Común, Juan de Jesús Torres, sonó la primera alarma, pues dijo que el ataque estuvo a cargo de alias ‘Rubén’ al mando de una cuadrilla de seis insurrectos y otro sujeto, al que se refirió como ‘El Mosco’ había hecho parte del montaje.
El Grupo élite de Investigación Periodística de Noticias 100.3 continuó atando cabos, hasta recibirse una llamada que groseramente reclamaba por el primer artículo publicado sobre el tema y censuraba que allí se estuviera enlodando el nombre de “personas honorables”. La llamada fue recibida por nuestra editora, quien al dar cuenta a la dirección de noticias, explicó en detalle los pormenores de la comunicación.
De inmediato comenzamos el seguimiento y tratamos de ubicar al señor Pastor Mora, así se identificó el interlocutor, presentándose como representante de la Fundación de Derechos Humanos del Oriente -DHOC- para el departamento de Arauca. Nunca respondió las casi cincuenta marcadas al número celular del que efectuó la amenazante llamada.
Y aparecieron las llaves…
Pastor Mora Amaya fue el mosco o campanero en la estrategia para la emboscada de La Bodega. Estuvo militando en el Frente 56 de las Farc que operó por la zona de Monterrey en Casanare, de donde es oriundo, y se desempeñó como jefe de milicias de esa organización terrorista, entonces al margen de la Ley.
Dentro del mundo delictivo se le conoce con el alias de ‘Miruña’ y como señales particulares registra la amputación de tres de sus dedos de la mano izquierda perdida que ocasionó la errada manipulación de un artefacto explosivo.
Alias ‘Miruña’, el mismo Pastor Mora, vive en la vereda Santana, caserío del Oasis, muy cerca de La Bodega donde se presentó la emboscada del domingo 14 de enero.
Logró filtrarse en la Fundación de Derechos Humanos del Oriento y por algún tiempo representó aquí en Arauca a esa organización social, hasta que fue separado de esa dignidad, por comprobársele su proclividad hacia los grupos subversivos.
‘Miruña’ fue quien quiso irrespetar a este equipo periodístico tratando de meter terror en la redacción, el mismo que por falta de valor civil no ha querido responder nuestras llamado… Mora, es socio desde Casanare con el ahora comandante ‘Gerónimo’ de las disidencias y los dos están en Arauca cumpliéndole órdenes a Gener García Molina, alias ‘John 40’… Como se ve claramente, ¡aparecieron las llaves!