En 1 año, el padre del secretario de gobierno firmó contratos por más de 1000 millones de pesos
Durante varios años, Carlos Santamaría Nieto ha ocupado distintos puestos en la gobernación de Arauca, lo que ha representado un extraño favorecimiento en contratos para su padre, Carlos Santamaría Castellanos.
Según un documento de protocolo del año 2016 de la gobernación, Carlos Santamaría Nieto se desempeñó en ese departamento como coordinador del despacho del gobernador Ricardo Alvarado, en ese año abundaron los millones en contratos para su padre.
El 8 de noviembre de 2016 se firmó un contrato para el “fortalecimiento de la capacidad operativa del parque automotor del esquema de protección”, por 178 millones.
Para el 14 de diciembre de 2016, en plena navidad, celebró un contrato para la adquisición de equipamiento de criminalística para el comando departamento de Policía Arauca por 514 millones de pesos, un buen regalo para festejar esta bella época del año.
En el 2017, parecería que Santamaría Nieto no tendría vinculación alguna, por lo cual su progenitor tampoco; sin embargo, el 18 de agosto de 2017, el gobernador Ricardo Alvarado lo nombró como enlace y apoyo de su despacho.
Días después, en ese departamento se realizó una adición al presupuesto de gastos de ese departamento por 4 mil ochocientos setenta y dos millones de pesos.
Una semana después de la millonaria adición, la contratación regresó a su padre.
El 29 septiembre de 2017 se firmó un contrato para el mantenimiento del parque automotor del Fonset, por 300 millones de pesos.
Desde ese departamento tendrían que explicar por qué Carlos Santamaría Castellanos se ha beneficiado de los multimillonarios contratos, cuando su hijo Carlos Santamaría Nieto hace parte del despacho de la gobernación y tiene acceso e incluso influencia sobre el presupuesto público.
Este no es el primer caso de irregularidades en materia de contratación en el departamento de Arauca. La W Radio ha revelado cómo en ese departamento se habría adjudicado a dedo un contrato de 1.500 millones de pesos.
Otro de los casos denunciados en La W tiene que ver con la construcción de una sede del Gaula y la Sipol en ese departamento, que actualmente está convertida en un elefante blanco pese a que parte del contrato ya fue pagado.