Este domingo los venezolanos se levantaron con la sensación de que este sería un día que podría definir el rumbo del país en el futuro cercano. Por una parte, los simpatizantes del gobierno bolivariano acudieron a las urnas para elegir a los miembros de una controvertida Asamblea Nacional Constituyente promovida por el presidente Nicolás Maduro, pero por otra se trata de unos comicios en los que no participa la oposición por considerar que atenta contra la democracia y la economía del país petrolero.
Al final de la jornada el chavismo gobernante se felicitó por la “participación récord” que, a su juicio, se registró en las elecciones convocadas por el presidente Nicolás Maduro, mientras que la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) recalcó que solo el 12% de los venezolanos con derecho a voto acudieron a las urnas para elegir a los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
El nuevo cuerpo, compuesto por 545 asambleístas, regentará sobre el resto de poderes públicos y tiene la potestad para reescribir la Constitución y disolver instituciones como el Congreso -en manos opositoras- y la Fiscalía, cuya jefa rompió con el Gobierno.
Durante las 12 horas previas a la votación, el Ministerio Público contabilizaba la muerte de al menos una docena de personas, entre ellas 2 adolescentes, en diversos puntos del país por los enfrentamientos entre la policía y los protestantes que se oponen a la elección de la Constituyente convocada por Maduro.
La comunidad internacional ha criticado fuertemente la propuesta de Maduro y lo ha conminado a retroceder, pero el mandatario socialista no ha hecho caso, porque sostiene que la Constituyente es la única opción para pacificar el país, inmerso en una ola de protestas que ha dejado al menos, 113 fallecidos, cifra que pudiera incrementarse en las últimas horas debido a la fuerte represión de la Guardia Nacional Bolivariana.
Durante la jornada, siete agentes resultaron heridos tras la explosión de dos motos de la Policía Nacional (PNB) y otras dos de civiles, en las inmediaciones de una protesta. La explosión ocurrió en la plaza de Altamira de Caracas, sin que de momento se sepa cómo fue causada.
